sábado, 28 de julio de 2018

Fragmentos prestados


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— Bueno, dale, decime.
— Es una novela…
— Ajá.
— En una novela no hace falta escribir la verdad, ni siquiera algo creíble...
— Sí... ¡No!, no, ¿cómo?, ¿qué no es creíble?
— ¡Ah! Benjamín… la parte esa cuando, cuando el tipo se va a Jujuy.
— Sí, ¿qué problema hay…?
— El tipo llorando como si fuera un desgarro,
— Sí, ¿y qué?
— y ella corriendo por el andén como sintiendo que se iba el amor de su vida
— Bueno…
— y tocándose las manos a través del vidrio como si fueran una sola persona,
— Pues sí...
— y ella llorando, como si supiera que le esperaba un destino de mediocridad y desamor, casi cayéndose en las vías, como queriendo gritar un amor que nunca se había animado a confesar.
— Sí, sí. Fue así… ¿o no fue así?
— …y si fue así… ¿por qué no me llevaste con vos?

El secreto de sus ojos - Juan José Campanella

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Callar y quemarse es el castigo más grande que nos podemos echar encima. ¿De qué me sirvió a mí el orgullo y el no mirarte y el dejarte despierta noches y noches? ¡De nada! ¡Sirvió para echarme fuego encima! Porque tú crees que el tiempo cura y que las paredes tapan, y no es verdad, no es verdad. ¡Cuando las cosas llegan a los centros, no hay quien las arranque!

Bodas de sangre - Federico García Lorca

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Siguiendo el hilo, completando el cuadro
con imágenes prestadas.

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