viernes, 26 de agosto de 2016

Euforia, ironía


Primero fue por la sangre golpeando las paredes de su claustro, el repicar de campanas en la plaza del pecho. La presión del ritmo en los tímpanos. Fue el reconocimiento, la identificación. Las cuatro y treinta y tres de la madrugada.

Luego vino la burbuja e instaló su distorsión espacio-temporal: el niño extasiado por el descubrimiento y la sosegada paz del anciano que no conocerá soledad.
Vivir todos los lustros que caben en seis horas.

Las cigarras del estío, los espejismos del asfalto caliente y el agua con cloración salina.

Y entonces, tras apertura y entreactos, el cierre...

***
—¿En qué piensas? ¿Por qué me miras así? —preguntó ella al tiempo que inclinaba la cabeza con gesto curioso y divertido.
—Estoy guardando este momento aquí —dijo él, dándose un par de toques en la sien.

Imágenes de una noche de verano en la ciudad se sucedieron durante un par de horas más.
De vuelta a nuestro relato, los Protagonistas se disponían a despedirse hasta otro día.

—Fotografías mentales, ¿no? —dijo sonriendo ella, acercándose a él.
—Justo eso —replicó él con la mirada fija en sus ojos—, fotografías mentales...
—Ya veo —concedió—, en ese caso no hay más remedio que completar esta —dijo un momento antes de besarlo una vez más.
Cuando a él le faltaban noventa pulsaciones para enamorarse, ella dio un paso atrás, aún sonriendo, y se alejó por las calles con paso tranquilo.

Y así se reveló la última fotografía, pues nunca volvieron a verse.
***


La tragicomedia de la vida.
Tintes de novela.

domingo, 7 de agosto de 2016

Silueta

Cuando, sólo ahora
no respiras mi aire,
cuando no estás aquí,
entonces, las horas
me mastican y transitan.
Me vuelvo de blanda
consistencia, torpe,
incapaz de apreciar
bellezas ulteriores
más allá del contorno
con el que limitas,
distingues y estilizas,
grácil y hermosa,
lo banal de la esencia.
Aquello que el ojo
antes admiraba, colmo
melifluo, el color
del celaje. Complejas
nieblas transidas de
austeridad ve hoy.
Cuando, sólo ahora
no respiras mi aire,
cuando no estás aquí,
entonces, las horas
desfilan mermadas,
y la vida prepara
paciente, con su hilo
de color, el remiendo
necesario. A tu
regreso, obra, haz.



Tu piel, mi horizonte.


miércoles, 20 de julio de 2016

Candor

En mis camaleónicas fases lunares,
ahora soy ascua que arde 
con la voz del silencio.
Vuelo y caigo, 
y me angustio con el aire quedo.
Si un susurro no transporta
las palabras que me saquen de la candela,
al menos... tú, 
hierba de primavera, 
por esta vez, tú, 
no temas mi cuerpo ígneo.
Sopla, dulce brizna,
aviva la llama
y ardamos juntos de nuevo 
en armónico frenesí;
por esta vez, tú...
Consúmete conmigo.




Leyes de la termodinámica, y esas cosas.

"[...] o princesas huidizas de amores suicidas."

Rompecabezas

Ahora quiero descifrar el puzle que me presentas.

Para ello, te advierto,
 he de deshacerte y deshacerme. 

Y despiezarte y despiezarme,
estudiarte y mezclarme contigo, 
despacio. 

Por curiosidad científica, ya te imaginas. 

Montarnos y encajarnos en un paciente tetris nocturno.
Camino de la verdad que se asoma en tus ojos.




Nunca soporté los acertijos sin resolver.

La muerte de una estrella


fogonazos de luz,
impresiones grabadas en papel de fotografía,
sombras chinas,
papiroflexia compleja,
flores tropicales,
monzón,
un cambio en tu despertar,
un ojo cerrado
y mi percepción abierta,
una proyección en la pared
de una habitación que no es nuestra,
no pertenencia,
pérdida,
incandescencia azul,
abrazos al humo que exhalas,
hálito nocturno,
eras y nunca soy,
otros tiempos,
mismos lugares,
no soy yo, eres tú,
esfera,
escenario paralelo,
contención,
lluvia,
rabia que te rasga la costura,
locura,
fluir,
el instinto que nos convierte,
vida con la luna de la mano,
nunca el mismo cielo,
me traspaso,
encuentros,
caza furtiva,
tragicomedia.



No somos porque soy, 
y nuestra estrella brillará
en el instante anterior a su muerte,
pero nunca en el mismo cielo. 





Cohetes y maravillas, ya se sabe...



"¿Quieres contarme tus historias? ¡Bien, yo te contaré las mías! ¿Prefieres enterrar el pasado? También podemos hacerlo. Pero no intentes jugar a hacerte el ofendido conmigo.
 ¡Lo que tenemos debe ser suficientemente bueno, coño!, y si no lo es, lo mejor será hacer cruz y raya. 
¿Qué prefieres?"