Cuando su imagen colma el cielo,
la tuya de la mano viene,
del claro pálido, luna altanera,
al bajo fondo de mi cuerpo.
Posado en la ventana del recuerdo,
así, como pájaro cantor sin trino,
de plata me viste y me encuentra
en frías noches de fuego.
Embriagado de mí mismo
ahogo luceros con las manos,
sumergido ya en océanos y abismo,
me precipito furioso y lastrado.
Y conmigo se va mi luna
y de su mano tu imagen baldía
y la noche y su telón
desdibujado de estrellas.
Al alba sorprenden
mis húmedas mejillas,
alquimia de lágrima y rocío,
y mi cuerpo que es ahora abono,
limo fértil que yace tranquilo,
del retoño hoy, mas
árbol de verde vida y vergel,
abrevadero del alma,
sol y sombra,
muerte y vida,
mañana.
Cuando su imagen colma el cielo
la tuya de la mano viene
y yo, posado en la ventana...
la tuya de la mano viene
y yo, posado en la ventana...
Tocando fondo
nací un buen día...
nací un buen día...
Bienvenidos de nuevo a bordo, disfruten del viaje.
P.D.: No estaba muerto no... y tampoco de parranda.
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