jueves, 26 de febrero de 2009

Flor inmortal



Escribo los últimos versos
que florecen tardíos
en la ardua cosecha,
fueron lágrimas de tristeza,
el regadío.

Recogí el tierno fruto
que a su imagen fue a nacer
en la más hermosa flor
de todo el campo en derredor,
que ya nadie volverá a ver.

Pasa otra jornada,
en que el aire arremolinado
acaricia su perfume
y a lo lejos se presume
a un viajante embriagado.

Arrodillado gritando al cielo,
¡no la dejaré marchitar!,
le entregué mi ser aquel día,
alimentándome de penas y alegrías
veremos la vida pasar.

Así la siento crecer,
frágil, majestuosa, callada,
sufriendo sus inviernos,
obligados a bebernos
gota a gota el alma escarchada.

Irremediablemente,
compartimos el aliento
tú, aquella flor inmortal
y yo, escultor de estatuas de sal
en el jardín de mi pensamiento.


Y que tu tallo siga escribiendo en mi historia hasta el fin de los días...

jueves, 19 de febrero de 2009

Una de piratas



"Creíamos ser alguien y la marea nos arrastró, el horizonte se tragó todas nuestras palabras. Algunos decidimos naufragar y no volver, para recomponer las inquietudes del ayer; rumores de ser prisionero y esclavo de bucaneros para acabar siendo el peor de los corsarios. Emborrachado de licores, besando labios de furcias capaces de hacer realidad tus fantasías. Otros curaron viles huesos en bodegas donde el ron y la pólvora se hacían un hueco; alimentándome de ratas, esperando que la muerte me dejase sin aliento. Y así viajé y olvidé todo lo que fui, todo lo que quise ser, dejando mi destino a la voluntad del corazón con tal de no venderme, jurando..."
Sucia leyenda - L.E.Flaco




Y así está escrito en la bitácora:

Navegando en la noche oscura,
demasiadas jornadas han transcurrido
desde que el cielo perdió a la luna.
La quilla corta jirones
de negra amargura,
meciéndonos,
acaricia el casco la espuma;
nada se adivina más allá del mascarón
que vigila el rumbo, erguido.
Trescientos días,
que resultaron noches,
y trescientas noches más,
taciturno exilio obligado
con el único norte
de la estrella polar.

Pocos hombres quedan bajo mi mando,
valerosos y aguerridos,
sin temor a las fauces del mar,
tripulación de escoria pirata,
llamada así por los demás.
Nos lo arrebataron todo,
nos expulsaron lejos de los puertos,
mas ellos no conocen la verdad;
el único tesoro que anhelan
es el que nunca nos podrán quitar.
Así seguiremos vagando
en un yermo sin luna,
por la eternidad,
convertidos ya en nave fantasma
siempre seremos recordados
como aquellos que pudieron amar.

Valioso tesoro...