lunes, 8 de septiembre de 2008

Ojos cerrados

En la mirada de la ternura
uno podría pasar días enteros
flotando en un iris sin arco
de vivos colores.

En la mirada de la bondad
las piedras no existen,
solo nubes de acolchado relleno
que nunca te dañarían.

En la mirada de la pasión
no puedes quedar indiferente,
pues su llama inundaría el vacío
del páramo mas desolado.

En la mirada de la dignidad
no hay nada con mas linaje
que una orgullosa leona
que defiende sus ideales.

Si alguna vez le has sostenido la mirada, sabrás de lo que hablo.

1 comentarios:

El Náufrago dijo...

Cuántos universos por escudriñar en los espejos del alma, cuántas veces queremos sólamente una estrella...

Un abrazo desde la isla,
El Náufrago...


P.D.: Que la dignidad de tus ideales proteja la bondad de tu ternura...