Todo ocurre en ese instante en el que la tienes delante, como muchas otras veces ha sucedido, con una canción de tu larga lista de reproducción sonando de fondo, como tantas otras veces... no obstante, algo hace que te estremezcas y notes que ella también lo hace, intercambias intensas miradas... te acercas y te fundes en un cálido abrazo. Acto seguido comprendes que esa canción que estaba sonando te ha unido aún más a su alma cuando te ves bailando lentamente en la habitación abrazado a su mismo sentimiento.
A partir de ese momento esa es vuestra canción, esa ñoña expresión que siempre le has escuchado a tus padres decir con nostalgia ahora cobra sentido para mi joven corazón, ¿me estaré volviendo un ñoño? a quién le importa, mientras me siga estremeciendo al oír la melodía y tu imagen vuelva a bailar junto a mí en mi habitación aunque estés en otro lugar... porque ahora esta es nuestra canción, y desde luego, es algo más que música, un vínculo imborrable sea cual sea el camino que tomen nuestras vidas.
Por siempre tuya y mía, ¿quieres bailar un slow?.
viernes, 8 de febrero de 2008
Algo más que música
Etiquetas:
Vagón de la expresión
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