Amigo mío, es una bendita maldición la que nos coge por el talón y nos sumerge en la aguas de la inmortalidad. Y nosotros, guerreros fieros, fuertes y decididos vemos tocado nuestro único punto mortal cuando las sirenas cantan su hipnótica melodía y nos atrapan sin remedio. Ya sea como ninfas en el bosque, como sirenas en la mar o huríes en el más allá...Ellas siempre saben atravesar nuestro único punto mortal.
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3 comentarios:
Amigo mío,
es una bendita maldición la que nos coge por el talón y nos sumerge en la aguas de la inmortalidad.
Y nosotros, guerreros fieros, fuertes y decididos vemos tocado nuestro único punto mortal cuando las sirenas cantan su hipnótica melodía y nos atrapan sin remedio. Ya sea como ninfas en el bosque, como sirenas en la mar o huríes en el más allá...Ellas siempre saben atravesar nuestro único punto mortal.
Un abrazo desde la isla,
El Náufrago...
es tan hermoso perderse en unos ojos sabiendo que no caerás al vacio...mil abrazos de ternura.
Te pido que vengas a dejar una rosa en mi blog para la madre de Noray..
Gracias siempre.
Un abrazo.
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