jueves, 23 de octubre de 2008

Paraíso

Su pelo traía el aroma de paraísos olvidados,


unicornios y ninfas de fantasía,


cascadas de agua cristalina y eternos arco iris.


Allí me encadenó, ese fue su hechizo.


Microexpresión.

1 comentarios:

El Náufrago dijo...

Qué fugaces son a veces los momentos de almas en fusión, mas a la vez son eternos mientras el recuerdo los tatúe en nuestros corazones y se alimenten con la ambrosía que los convierta en dioses de nuestro cielo.

Qué fugaces son a veces los poemas, mas a la vez tan intensos que colman los deseos de los hambrientos de belleza.


Un abrazo desde la isla,
El Náufrago...