lunes, 16 de junio de 2008

Qué bonito nombre tienes



A ti que te adueñas de mi vida,
que tiras de mis riendas y
que gastas mi saliva.

Por ti caprichosa malcriada,
que entras y sales a tu antojo
quitándome todo y dándome nada.

Para ti me desangro cada día y
derramo los ríos rojos
que secan la tierra baldía.

En ti me encuentro finalmente
después de la contienda
de mi alma, inquilina intermitente.

A ti te escribo,
por ti respiro,
para ti me esfuerzo,
en ti fallezco...
para de nuevo nacer,
cuando decidas volver...
...Felicidad.

Que la eterna búsqueda no empañe tu vida.


P.D.: ¿Cómo decía aquello? Ah, sí: ¡Viajeros al tren!.

2 comentarios:

Roberto Villegas dijo...

Ahi te visto fino......que entrada con mas frescura hermano.

Una cordialiisimo saludo

Un viajante dijo...

Me caen dos lagrimones por las mejillas...
Por fin me comentáis algo de nuevo!
que emoción...
:D